5 cosas que las personas que hablamos solos entendemos

Hablar solos no es malo

¡Es una forma de expresarnos!

Somos como una leyenda urbana. Algunos dicen tener amigos que lo hacen, otros dicen que el primo de un amigo lo hace,  la verdad es que habemos muchos que tenemos un vicio en común: nos gusta hablar solos.

No es que no tengamos amigos o seamos ermitaños que nos hemos alejado del mundo para vivir nuestra vida solos, simplemente hemos encontrado que el hablar solos es muchas veces una forma de autoevaluarnos y tranquilizarnos. Nos gusta platicar con otros seres y objetos, en algunas ocasiones hablar solos nos hace ser más listos y seguros de nosotros mismos. 

Es por eso que este blog post esta dedicado a nosotros, los que nos gusta hablar solos. 

1.- Estamos enfermos de todo y nada a la vez.

Cuando un amigo, conocido o familiar descubre tu “habilidad” de hablar solo, sus primeras preguntas son bastantes preocupantes: ¿estás enfermo? ¿necesitas ayuda? hasta terminar con el clásico: “eres raro”.

No te alarmes, a todos los genios les pasó lo mismo. No estamos enfermos ni tenemos problemas. Es más, estoy seguro que la mayoría de las que personas que hablamos solos contamos con una vida bastante tranquila, y nos sentimos tan cómodos con esta “habilidad” que nos parece de lo más normal… ¡sabía que no necesitaba terapia!

2.- Creemos ser bilingües nivel Doctor Dolittle.

¿Quién dice que hablamos necesariamente solos? Muchas veces las personas que nos ven en nuestro soliloquio creen que lo estamos, pero no es así. Tenemos la capacidad de poder entablar conversación con todo lo que encontramos en el paso. Ya ni decir de un perro o gato, (que solo pueden mover la cabeza de un lado a otro intentando entender lo que dices) o cuando le pides consejos a tu sobrino de 11 meses para saber como vestir en tu próxima cita.

Al fin de cuentas, nos encanta hacer voces chistosas para comunicarnos con alguien que tal vez no nos entiende y nunca lo hará.

3.-Nos tranquiliza.

Estoy seguro que todos pasamos por momentos que ponen a prueba nuestra resistencia,  momentos que vienen con una carga de estrés emocional que pocas veces queremos enfrentar. Ahí es cuando hablar solo es un remedio infalible para tranquilizarnos y darnos ánimos para poder sacar adelante situaciones difíciles.

Esto nos permite analizar y encontrar las soluciones correctas, lo que al final del día no hace sentir más confiados y seguros.

4.- Te hace más inteligente.

El hablar solos también nos permite ser más inteligentes. Así que si tienes algún examen, ponencia u otra actividad en la cual necesites demostrar tu intelecto, esta podría ser la mejor forma de sacar provecho de todo que has aprendido y recordarlo para ese importante momento. ¿Qué mejor persona para repasar un tema que nosotros mismos?

5.- Somos una pila de positivismo andante.

¡Claro! Para nosotros ningún día es malo, al contrario, cada día viene con cosas nuevas que vamos descubriendo  con la misma emoción que cuando el hombre descubrió el fuego.

Siempre estamos encontrando esos pequeños detalles en nuestro camino y vamos haciendo una lista en voz alta de lo que nos parece diferente. Intentamos que las demás personas disfruten esas cosas con la misma intensidad que nosotros (como si al chico de las copias le interesara que hoy hay una flor más en la maceta de recepción). 

Pero no nos culpen, para nosotros ser positivos es como respirar.

Éstas son solo algunas cosas que nos pasan a los que hablamos solos. Seguramente muchos de ustedes se identificarán, recuerden, aceptarlo es el primer paso.

Cuéntame, ¿a ti que te ha pasado cuando hablas solo? Escribe un comentario.